PREVENCIÓN

Aunque no se puede evitar por completo la infección de esta bacteria, si se puede tomar medidas para minimizar las probabilidades de contagio.
El mejor método preventivo está manteniendo buena higiene y el lavado regular y frecuente de las manos.
Mantener limpias y cubiertas las zonas de la piel que se han lesionado (como los cortes, las raspaduras y erupciones provocadas por reacciones alérgicas o la hiedra venenosa).[4]