ENFERMEDADES QUE CAUSA

S. aureus posee un alto grado de patogenicidad y es responsable de una amplia gama de enfermedades. Produce lesiones superficiales de la piel y abscesos localizados en otros sitios. Causa infecciones del sistema nervioso central e infecciones profundas como osteomielitis y endocarditis. Es causante de infecciones  respiratorias como neumonía, infecciones del tracto urinario y es la principal causa de infecciones  nosocomiales. Provoca intoxicación alimentaria al liberar sus enterotoxinas en los alimentos y produce el síndrome del shock tóxico al liberar superantígenos en el torrente sanguíneo. Además, causa septicemia, impétigo y fiebre.[7]

El principal grupo de riesgo son pacientes hospitalizados e inmunodeprimidos.